cumplidores de sueños.

17/12/12

El sabor de no quererte.



El acoso escolar, más conocido como bullying, es, según el diccionario: cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada.  En los últimos años, ha habido una gran cantidad de adolescentes que se han suicidado por dicho caso.
Y, digo yo, ¿es necesario llegar hasta tal punto?
Hay adolescentes insultados por su forma de vestir, de pensar, la música que escuchan, la gente con la que van, su físico, las cosas que hacen, el lugar de donde proceden, y hasta por la orientación sexual.
En cuanto a la forma de vestir, decimos que una persona es ‘rara’ simplemente por ir con una ropa en concreto. Pero, ¿quién ha sido el que ha declarado que algo es raro, o no? ¿Quién ha sido la persona que ha dicho que llevar algo en concreto, es desentonar?  ¿Quién ha tenido el suficiente valor, como para decir que alguien viste mejor o peor por llevar una ropa determinada? Nadie. Nadie lo ha hecho. Por lo tanto, si nadie lo ha dicho. ¿Vamos a ser nosotros, unos adolescentes cualquiera, los que determinemos que algo es raro o no?
La orientación sexual. Muchos adolescentes, y no adolescentes, son criticados por ser gays, lesbianas o bisexuales. Pero, antes de ser todo eso, son personas. Con los mismos derechos y los mismos deberes. Una orientación sexual no implica que una persona sea mejor y peor. Y, en pleno siglo XXI, que la palabra ‘gay’ sea un insulto, es algo que todos nos deberíamos replantear.  
El físico. ‘Gordo/a’ es una de las palabras preferidas para insultar, y unas de las palabras que más daño hace. Cuando a una persona se le dice ‘gordo’, puede que a simple vista no le afecte, pero  siempre causa algo de daño. Nos dan ejemplo de modelos ‘perfectas’ por su físico, pero no nos han enseñado todavía las formas que tienen de serlo. Una persona no es más o menos guapa por estar más o menos gorda.
Con todo esto, lo que quiero decir, es que una palabra es muy fácil decirla. Es muy fácil insultar a alguien a la cara, o detrás de una pantalla, es muy fácil criticar. Pero ¿Cuándo se es criticado, cuándo se es insultado? A veces, no nos damos cuenta de que una palabra puede influir mucho más de lo que nosotros pensamos en la otra persona. Pensad que, muchas veces, la autoestima de otra persona está en nuestras manos.