cumplidores de sueños.

16/12/12

Come Together.


Y llega, en el momento más inesperado y cuando más te hace falta. Sin llamar, sin hacer ruido, pero lo suficientemente fuerte como para que te afecte. Aparece él, con su mejor sonrisa, esas ganas suyas de hacer el tonto y esa cosa que solo tiene él que hace que a su lado todo sea fácil, sencillo.
Te saca esa sonrisa de tonta de la que tanto se habla, y cuando lo hace y te das cuenta, unas jodidas mariposas recorren no solo tu estómago, si no tu cuerpo, de la cabeza a los pies. Parece que tu cabeza está programada para pensar en él las 24 horas del día, que tu corazón da un vuelco al escuchar su nombre, que quieres gritar que le quieres y quieres callar todas esas bocas que un día dijeron que no iba a funcionar; pero solo te centras en una cosa, en tenerle a tu lado, cerca, sentir su presencia y que solo te haga falta eso para ser feliz, oler su perfume y saber que es él, escuchar su voz y que tiemble la tuya.
Es esa sensación de que todo va bien a su lado la que hace que cada día le quieras más, de una manera casi inexplicable pero existente.
Es ese momento en el que tu vida se centra en él, o quizá tu vida sea él.